En los últimos años ha habido cambios climáticos extremos y cada vez son más frecuentes el frío y el calor extremos, por lo que me gustaría introducir algunos puntos para proteger a las mascotas del frío.
Utilice recipientes de plástico para alimentos:
Cuando tu mascota esté al aire libre, pon más comida de la habitual en recipientes de plástico para evitar que se congele con el frío o afecte directamente a la comida. Las mascotas que pasan mucho tiempo al aire libre necesitan más energía para mantener su temperatura corporal, por lo que necesitan más comida en invierno. También es útil comprobar periódicamente que el agua que bebes no esté congelada. Para evitar que la lengua de tu mascota se pegue y se congele, te recomendamos utilizar un recipiente de plástico cuando la temperatura sea muy fría. Además, evita enfriar el recipiente directamente si es posible. Perfecto bajo el techo de la casa o en la caseta del perro.
Mantenga a su mascota adentro:
si se sabe que baja la temperatura, no deje a su mascota afuera. Dado que nuestras mascotas nacieron en cautiverio, su tolerancia al frío es generalmente menor que la de los animales salvajes. Además, hay que tener en cuenta que determinadas zonas de la casa pueden tener grandes diferencias de temperatura. No es lo mismo una terraza abierta que una terraza cerrada. Los espacios vacíos con estrecho acceso al exterior tienden a equilibrar la temperatura del aire exterior. Mantenga a su mascota abrigada en un área cálida o busque algún tipo de calefacción adicional.
No los saques a pasear:
Evite caminar en exceso cuando el clima sea muy extremo o cuando la temperatura baje bruscamente. Usa tu lógica. Cuando tenemos demasiado frío, nuestras mascotas tienen demasiado frío.
Abriga a tu mascota:
Si llevas abrigo, no hay excusa para no ponértelo. No todas nuestras mascotas están preparadas para el frío extremo. Si tienes que caminar con ellos, vístelos con un abrigo. A menos que sea de una raza no ártica y tenga un pelaje grueso como el de un samoyedo o un husky, es posible que necesite un abrigo. Sobre todo para razas que pasan mucho tiempo con el pelo corto al aire libre, al aire libre. Busque un abrigo que sea impermeable y que tenga un color claro o reflectante para que pueda encontrarlo fácilmente si se pierde en la nieve.
Protege las patas de tu mascota:
Sus piernas son tan o más importantes que tu cuerpo. Esto se debe a que los pies tienen la piel expuesta y pueden quemarse con el frío. Evita y mitiga este problema usando diferentes estilos de botas para perros. Hay opciones desechables y opciones más duraderas con cierres de velcro.
Evitar ríos y zonas de agua:
Pasea a tu mascota por un lugar seguro y evita las zonas cercanas a acequias, ríos, lagos, fuentes… a veces el agua está congelada o no está. completamente congelado. Si tu mascota se acuesta en el hielo y encuentra una grieta, podría caerse y ahogarse.
Evite los charcos:
Cuidado con los charcos de anticongelante que dejan algunos vehículos. Si nuestras mascotas beben este líquido, pueden intoxicarse. En este caso, informe a su veterinario inmediatamente.
Cuidado con la sal:
De manera similar, cuando las máquinas quitanieves son golpeadas por nieve, lluvia o ambas, producen sal para evitar la entrada de hielo. Si un animal se lame las patas, también puede envenenarse. Una acumulación de sal en los pies puede dañar el tejido del pie. Si lo sacas a pasear, protege sus pies o lávalos con agua tibia.
Precaución al mover el vehículo:
Tenga cuidado antes de arrancar el vehículo. Los animales pueden estar escondidos debajo o dentro del motor. Es una buena idea golpear la superficie del auto antes de comenzar a asustarlo para evitar asustarlo o dañarlo.
Hablar o informar:
Si encuentras a tu mascota abandonada por el frío, no te calles. Muestra tu preocupación hablando con el dueño del animal. No siempre malicioso. Algunas personas desconocen los riesgos que estos episodios representan para sus mascotas y los corregirán rápidamente si se les notifica. En cambio, si es intencional, se debe notificar a las autoridades.